Hay quien piensa, y por ello se avergüenza, que enseñar y hacerse una fotografía con el libro que te estás leyendo es como sacarte los calzoncillos por la pernera y enseñarlos, o hacerte un selfi con ellos. No se rían. Hay quien piensa que hacerse una fotografía con un libro sobre un fondo de piedra mate, tirando a arena, es mostrar y demostrar cuán pedante se es. Hay quien piensa, por el contrario, que chillar ¡gol! un domingo por la tarde sí es lo más culto a lo que una persona un domingo por la tarde puede llegar a hacer. Yo, por eso, grito ¡gol!, y además, leo. ¿Doblemente culto? Juzguen ustedes.
Hoy les traigo con estas letras dos libros que no he leído pero que les voy a recomendar que compren y que lean. Hoy, con este artículo, me voy a hacer un selfi (se puede escribir selfi, advierto) con dos libros que todavía no he leído. Además, conozco personalmente a ambos autores. Son Emilio Lara y Jesús Tíscar.
Seguir leyendo en LACONTRA (22/OCT/2017)


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Un comentario en “El relojero y La japonesa calva”