Qué raro que tu pasión por el significante y tu querencia por el palíndromo no te hayan inducido a escribir: «compararlo con eso, con sebo, o con beso. Algo graso, grueso, o que lleve mucho queso, y que tienes que engrasar en tus próximas quedadas troperas».
Tú escribe (y lee), que el peso del yo, como diría Kundera, a veces pesa y otras se eleva.
Qué raro que tu pasión por el significante y tu querencia por el palíndromo no te hayan inducido a escribir: «compararlo con eso, con sebo, o con beso. Algo graso, grueso, o que lleve mucho queso, y que tienes que engrasar en tus próximas quedadas troperas».
Tú escribe (y lee), que el peso del yo, como diría Kundera, a veces pesa y otras se eleva.
Me gustaMe gusta