Lo primero que necesitaba para comenzar esta serie era un Cide Hamete Benengeli. No se crean, dicen que la escritura se endiosa cuando descubres a tu Cide Hamete Benengeli particular. Teorías. Yo sigo sin encontrarlo, pero cuando lo descubra estaré a punto de morir y escribirá, o escribiré en otra dimensión.
Había escrito «escribirá porque me refería al alma. En realidad, es la artífice de lo que haces. Pero ahora no he venido aquí para hablar del alma. No, por supuesto que no, sino para demostrar mi preocupación porque aún no he descubierto a mi Cide Hamete Benengeli. ¿Saben? Leyendo el Quijote como estoy ahora, este me está procurando sugerentes y posibles seudónimos. O narradores. O alteregos. Demasiados. Tantos que finalmente optas por pasar página y seguir leyendo. La última propuesta ha sido la de Alfonso Tirteafuera Caracuel. Ya ven. «Tirteafuera» para un escritor que ha decidido tirarse afuera estaría muy bien. Sería lo ideal. Retírate a contar tus historias. Muere para la sociedad y enclaústrate. «Tirte» significa «tírate». Y «afuera», «afuera». Literalmente, «vete afuera, retírate». Pero al final lo he desechado. Sigo sin mi Cide Hamete.
No obstante, sigo buscándolo. Mientras tanto sigo leyendo. Y callando. O buscando el silencio que me ha descubierto Anselm Grün. Anselm Grün escribió en 2003 un libro titulado Elogio del silencio. Está repleto de sabiduría y de sentencias tales como
Trabajaríamos más, pues no invertiríamos innecesariamente nuestras energías en cosas tan secundarias como el reconocimiento y el elogio.
Anselm Grün en Elogio del silencio
Se está refiriendo a la libertad interior que se adquiere considerando el silencio como distanciamiento, como muerte y partida de este mundo.
Y entre estas disquisiciones andamos. También con la tarea, entre la mente y la imaginación, de la escritura de unas palabras sobre la última novela de Torné, El corazón de la fiesta, que puedes adquirir en buen estado aquí. Pero estoy dejando transcurrir los días para ver qué se destila. Desde luego que buena escritura (oficio), imaginación y sobresaliente uso de los narradores serán componentes de ese proceso de destilación que procura el paso del tiempo. Cuando transcriba todas las notas que obtuve de su lectura arranco. Tiempo y espacio.
Hoy no soy Alfonso Tirteafuera Caracuel.

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