Me registré en Aceprensa para poder leer este artículo de Ana Zarzalejos. Te ofrecen quince días gratis para que leas lo que te dé la gana. Yo solo quería leer ‘Escapar del escapismo: el deseo de desconectar de las redes es cada vez mayor (y también más difícil)‘. Me sentí identificado con ese título. Muy identificado. De hecho, tras leerlo, me he vuelto a plantear abandonar Twitter e Instagram. Con el tabaco me sucedía lo mismo. Lo había intentado decenas de veces, hasta que en una, el 9 de febrero de 2009, lo conseguí. Dejé de fumar. Hasta hoy. Quiero que me suceda algo similar con las dos redes sociales que frecuento porque absorben más tiempo del que me gustaría. O por lo menos, encontrar una forma racional de utilizarlas.
La pulsión ha regresado. Hoy, 10 de junio, a media tarde, después de un tuit donde le pedía a la editorial Menos lobos |Mr Griffin que diesen de alta el último libro de Alberto Olmos, La serie de los ceros y los unos, en GoodReads –ahora no podemos dar de alta libros los lectores, sino los libreros y editores–, he desinstalado Twitter e Instagram del teléfono móvil. No sé qué número de intento será este, pero quiero dejar de fumarme mi tiempo en las redes sociales, en Twitter y en Instagram, que es donde estoy; será el quinto o el sexto intento, por lo menos. He ido contándolos aquí y algo puedes leer en esta etiqueta: «minimalismo digital«.
Pero he fracasado porque hoy, 11 de junio por la mañana regresaba con estúpidas excusas en la cabeza. Como reza el título de esta entrada, el algoritmo siempre terminaba ganando. Había que fracasar otra vez, y mejor, por lo que había que cambiar de estrategia. Quizá la mejor opción no sea abandonarlas, sino utilizarlas de manera humana, no animal. De hecho, leí que la mejor manera de utilizarlas para dejar o reducir su uso pasaba por no borrarte de ellas, sino permanecer fuera de ellas durante, al menos, veinte o veinticinco días en una especie de retiro. Durante ese periodo debes mantener las cuentas, es decir, no debes borrarlas. Quien sugería esta estrategia era Cal Newport en su web y en su libro Minimalismo digital. Tenía una base psicológica y conductual: no era lo mismo destruir el paquete de tabaco que tenías en el bolsillo y decir que no ibas a fumar más que no destruirlo, mantenerlo en un armario en tu casa y decir que no vas a fumar más. Y lo más difícil, fumar solo tres cigarros al día hasta que te mueras. En la primera opción alimentas la ansiedad, en la segunda fortaleces el raciocinio y voluntad. Incluso consigues dejar de fumar. Eso solo sucede cuando la res cogitans aplasta cualquier atisbo de sensiblería.
Y de esto se trata, del dominio de sí, en realidad. Dios nos dotó de inteligencia y razón para elegir. Se trata de templanza y de elegir lo que mejor te conviene. Se trata de dejar de perder el norte con Twitter e Instagram. No hemos nacido para jugar continuamente a las tragaperras y dedicarle tanto tiempo a Twitter e Instagram como el que ahora le dedicamos. Gracias a Dios no tengo Tik Tok, ni Facebook ni Linkedin. Pienso que hay que buscar el equilibrio porque bien utilizados, se constituyen en herramientas que ofrecen recursos: en Twitter, por ejemplo, el caudal de información de calidad es evidente si lo configuras y sigues a los usuarios pertinentes. Así, sí descubrimos a alguien que manifiesta calidad humana, será difícil que la información que mane de dicho personaje sea desperdicio. Es un ejemplo peregrino. Porque dependiendo de cómo las uses, serán agua dulce que calma nuestra sed y curiosidad o solo agua salada que ni sacian ni colman. Solo te pueden refrescar durante un rato. Y de eso se trata, de dedicarles un rato a la semana.
2 de julio de 2023. Elon Musk quiere cobrarte por leer tuits. Si quieres leer más de no sé cuántos tienes que pagar y verificarte. Hemos llegado a un nivel de domesticación bochornoso, repugnante y asqueroso. Creo que hay que irse de Twitter, pero déjame pensarlo durante veintiún días. Empiezo desinstalando la aplicación porque creo que mañana es tarde. ¿Por qué no borrarse del todo, aprovechando este usurero anuncio?
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