Hoy encontré en el perfil de Instagram de la editorial Círculo de Tiza una publicación que describe cómo ordena Félix de Azúa su biblioteca. La publicación se nutre de su libro Nuevas lecturas compulsivas, publicado en esta misma editorial. Me ha gustado y lo comparto con los lectores de este blog.

Mi biblioteca está ordenada por orden alfabético de autor y géneros mezclados, pero lo que propone Félix de Azúa me resulta interesante porque mi biblioteca es un tercio de ensayo y el resto literatura. Su distribución me ayudaría a localizar los libros de manera más eficiente. De hecho, ha sido leer la publicación y lamentarme porque podía haberla reordenado durante el verano. Tendré que esperar a Navidad. Mi biblioteca no es una biblioteca extensa: el último inventario arrojó unos 700 títulos. Sí aprovecharé para realizar otro expurgo. Vivo en un piso con tres personas más.

Azúa escribe en Nuevas lecturas compulsivas:

1. Comenzaré contándoles mi sistema de clasificación de mi biblioteca, por si pudiera ser útil a alguien. A mí me ha servido durante muchos años.
2. Primer juicio salomónico: el ensayo no está mezclado con la literatura. Eso quiere decir que, por mucho que me duela, Nietzsche está con la Filosofía y no en la Literatura.
3. En la Literatura aplico todavía los criterios filológicos del siglo XX: la Literatura o son nacionales o no son. Una vez establecidos los cuerpos de la literatura nacional, basta con ordenar los autores por fechas de nacimiento para tener la historia de la literatura a golpe de ojo.
4. En cuanto a la otra mitad de la biblioteca, la zona de ensayo, tiene menos misterio. Aquí predominan los libros útiles sobre los placenteros, y las especialidades derivadas de mi trabajo. Hay mucha Filosofía, mucho Arte, mucha Teoría del arte, bastante Historia, en fin, lo normal en un profesor de Filosofía del Arte.

La secuencia en Instagram de la publicación de Círculo de Tiza es:

View this post on Instagram

A post shared by Círculo de Tiza (@circulodetizaeditorial)