‘Como ser culto. La educación clásica que nunca recibiste’, de Susan Wise Bauer (@susanwisebauer) en la editorial Península ha sido el último del año. 523 paginitas. He estado enfrascado desde que me lo prestaron en la biblioteca recién iniciadas las vacaciones. Muy enfrascado. Me ha demostrado, como ya suponía, que no soy culto, y menos al modo clásico.

El libro es, en realidad, un vasto programa de lectura: 146 libros divididos en cinco maravillosas listas y ordenados cronológicamente. Una lista de novelas, otra de autobiografías, una tercera de libros de historia, la cuarta de obras teatrales y la última, una lista de libros de ciencia.

Pero por lo que merece la pena es por las cincuenta y tres primeras páginas. En ellas se expone qué es realmente leer para, no solo acopiar información o pasar un buen rato, sino para cultivarse. Para ello empieza dando indicaciones sobre cómo programar tus tiempos de lectura. Después, pasa directamente a decirte que llevas años sin saber leer para cultivar tu mente, para ser decididamente culto.

En el tercer capítulo toca el «registro escrito de nuevas ideas», donde sugiere que has de llevar un diario o lo que hacían los clásicos no tan lejanos: un «Commonplace Book». Mis alumnos llevan uno.

Pero el capítulo con más sabor es el que dedica a explicar que has de leer como se hacía en el «Trivium»:
-Primer nivel de estudio o fase gramatical de la lectura.
-Segundo nivel de estudio o fase lógica de la lectura.
-Tercer nivel de estudio o fase retórica de la lectura.

No solo hay que leer como siempre has leído, saber qué dice el autor, sino comprender por qué y cómo lo dice y por último, la fase retórica, donde has de ser capaz de expresar tu opinión de forma consistente sobre lo que has leído.

Este libro no solo es un reto, sino un programón de lectura que fomenta la escritura profunda a partir de una obra, su comentario y análisis nivel pro.

Lo más loco que voy a hacer: empezar este programa de autoaprendizaje. Merece la pena. Me llevará, he calculado, cuatro o cinco años.

Estoy hasta por crear un Substack para ir contando la experiencia. No sé, no sé…