146 libros para convertirte en una persona culta

Glosa al libro de Susan Wise Bauer Cómo ser culto. Editorial Península, 2024. 523 páginas. Traducción de Natalia Rodríguez Martín y Berta Lluís Vila.

Di con cómo ser culto por casualidad. Empezaban mis vacaciones de Navidad y le debía a la biblioteca pública dos libros que no había podido leer. Así que me acerqué para devolverlos porque había agotado los días del préstamo. Pensaba irme de allí sin ninguno debajo del brazo, pero es imposible visitar una biblioteca pública e irse sin echarle un vistazo a la estantería de novedades. Nada del estante me llamó la atención, pero al retirarme para tratar de alejarme y conseguir leer sin agacharme los títulos de los libros situados en la parte inferior del anaquel, divisé y leí en letras blancas «culto». Fue entonces cuando me agaché y conocí el libro que hoy me convoca frente a mi cuaderno y mi Pilot Vball negro: Cómo ser culto. La educación clásica que nunca recibiste.

Pasé las navidades enfrascado en su lectura. Eran 523 páginas que devoré en una semana y pico. Tiré por la borda el plan de lectura que tenía establecido, donde, por ejemplo, estaba Los dos Beune, de Pierre Michon, pero postergué el comienzo de su lectura hasta el día previo al día de Reyes (por cierto, aquí tienen la reseña de ese título).

Hoy he visitado la biblioteca de nuevo para tomar prestado el libro. Esta vez no tenía que ir para dejar ningún libro, sino que he ido expresamente para tomarlo prestado y de camino, pedir el diario ‘El Mundo’ del 17 de enero porque publicaban un reportaje interesantísimo de José María Robles titulado «Libros para curar tu cerebro podrido». Quería tener ese trabajo presente ahora porque uno de los remedios para evitar que tanta cacharrería tecnológica nos funda y nos pudra el cerebro es disponer del suficiente arrojo para practicar lo que Susan Wise Bauer nos propone en Cómo ser culto. Lo esbozo.

img_1608-1

¿Qué nos propone Bauer?

Entrenar nuestra mente en la educación clásica que nunca tuvimos. De hecho, así titula el primer epígrafe del primer capítulo: «Comienzo. Prepararse para la educación clásica». Debemos, sin duda, leer. O por el contrario caer en la barbarie. La idea, quizá extrema, pertenece al hispanista William Dean Howells. Bauer nos invita, desde las primeras páginas, al autoaprendizaje. Y para eso hay que leer. Y leer requiere una disciplina. Pero claro, el primer obstáculo que encontrarán quienes crean que solo leer procura cultura es que la lectura hecha con el fin de ser culto y adquirir cultura precisa y demanda unas habilidades distintas a la lectura por placer. Hay que tenerlo claro y no ser estúpido y engañarse.

Bauer avisa de que «el mero hecho de que podamos leer la revista Time o a Stephen King sin dificultad, tendemos a pensar que deberíamos ser capaces de adentrarnos directamente en Homero o en Henry James sin mayor preparación».

Además, prosigue Bauer, quien estudia literatura necesita unas habilidades diferentes a las que empleamos cuando leemos por placer. Y claro, hay un problema, o tenemos un problema si queremos ser cultos y no sabemos estudiar. Aprender a estudiar es el principal obstáculo para ser culto.

Y a partir de aquí, Bauer nos da algunas claves para poner en práctica un programa que nos permitirá ser ilustrados. En realidad, es un curso de lectura en el que se nos exige entender las ideas que leemos para después evaluarlas y finalmente –pienso que es lo más valioso del programa de Bauer– formar nuestras propias opiniones. Y en realidad Bauer lo que pretende es que aprendamos a pensar a partir de una contemplación seria de los libros que decidamos leer.

¿Y cómo empezamos?

Lo primero, evitar la ansiedad. Y para ello nos propone que acometamos la lista del programa de libros (abajo la expongo) de uno en uno. E insiste en que no deberíamos comenzar con otro hasta que no hayamos acabado con el que primero nos comprometimos. No hacer scroll, no pudrir nuestro cerebro con la multitarea, con el vagabundeo sin rumbo. Es el primer requisito que se nos propone para evitar la podredumbre mental de la que se quejaba, por ejemplo, Thoreau, que decía que debían invertirse más recursos en evitarla que invertir para evitar la podredumbre de la patata.

Establecido el objetivo, la autora nos invita a acometer la lectura de los libros seleccionados en tres fases para que «como un tutor medieval con un único y prometedor alumno, este libro te orientará a través de cada fase de la educación clásica, de manera que tengas en tus manos las herramientas para encontrar en la contemplación seria de los libros un deleite más que una frustración».

Dichas fases están relacionadas con el modelo de aprendizaje que nos proponía el trivium. ¡Pero no se asusten! Bauer lo ha adaptado a nuestro siglo y resume las fases en tres: una primera gramatical, que buscará sobre todo la comprensión de lo leído; una segunda fase denominada lógica, donde evaluamos lo que hemos leído, y una tercera, la fase retórica, donde expresamos nuestra opinión sobre lo que hemos leído; por escrito, claro.

Bauer te hace aterrizar: «La primera tarea del autoaprendizaje no es la lectura de Platón, sino el hallazgo de veinte minutos diarios en los que te puedas dedicar al pensamiento, en vez de a cualquiera otra actividad». Es a partir de este momento cuando la autora establece un plan que te permite programarte un tiempo regular de lectura y estudio. Porque ha quedado claro que la lectura, para ser culto, es muy distinta a la lectura por placer.

Si algo me ha cautivado este libro es la apología que realiza al diario de lectura, a la práctica del registro escrito de nuevas ideas, de la retención del esqueleto de las ideas que van pasando ante nuestros ojos. Para ello, y apoyándose en Isaac Watts, nos aconseja que «no debemos simplemente leer, sino “meditar y estudiar”, un acto que “nos transfiere y comunica las ideas y los sentimientos de otros, de manera que los hagamos verdaderamente nuestros». Y la única manera de realizarlo es manteniendo un diario donde vamos organizando nuestros pensamientos. Porque lo que escribimos lo recordamos y lo que resumimos con nuestras palabras, pasa a ser nuestro.

Así, con el registro, vamos escribiendo lo que recordamos y empezamos a resumir con nuestras palabras con lo que vamos haciendo nuestro el contenido. Por lo tanto, a medida que leemos, debemos ir anotando frases concretas, oraciones, párrafos para después escribir un breve resumen sobre lo aprendido para más tarde evaluarlo mediante la reflexión y nuestro pensamiento. En realidad, lo que nos propone Susan Wise Bauer es que conectemos el aprendizaje objetivo que nos proporcionan los libros con nuestro aprendizaje subjetivo. Será en este diario de lectura donde ocurra el aprendizaje.

En definitiva, Cómo ser culto es un vasto programa de lectura a través de cinco grupos de obras: la historia de las personas, o las novelas; la historia del yo y de las autobiografías y la memoria; la historia del pasado y los relatos de los historiadores y los políticos; el escenario del mundo que se recorre a través de la lectura de obras teatrales y, por último, un grupo de obras referidas a la historia cósmica o cómo comprender la tierra, los cielos y a nosotros mismos.

¿Se apuntan a la lectura y al estudio por orden cronológico de las ciento cuarenta y seis obras siguientes?

LISTA BAUER (pdf)

COMPRA ESTE LIBRO

(Adquirir el libro Cómo ser culto, de Susan Wise Bauer)


Descubre más desde soporto tropos

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.