La idea para 2025 era escribir todas las semanas de un libro que hubiese leído o hubiese ojeado. Han transcurrido cinco semanas y con esta entrada cumplo lo prometido. Hoy toca hablar de Jean Racine (1639-1699).
El libro que tomé prestado ayer de la biblioteca pública fue su Fedra. Lo hice porque el lunes, explicando al autor, comenté su argumento, ¡y no lo había leído! Despertó en mí tanto interés, que no he tardado en hacerme con él y leérmelo. Me dio, incluso, para hablar del suicidio en clase, ese tabú contra el que lucho y trato de disolver todos los días en mis clases.
Las tragedias de Racine se caracterizan por su pesimismo y sus personajes suelen vivir siempre insalvables dramas interiores provocados por pasiones irrefrenables. Así sucede, por ejemplo, en Fedra, irremediablemente, donde compruebas cómo un sentimiento como el amor (el de una madrastra hacia su hijastro) es un desastre que arrastra a los protagonistas hacia la fatalidad.

Fedra es la obra maestra de Racine y no la había leído así que, para disfrutarla, he dedicado parte de la tarde del sábado para leérmela. Su lectura, rauda, por lo que te animo a que te la leas. Deja más poso que una serie completa. Transcribo la sinopsis de cada uno de los actos, que fue el texto que comenté con mis alumnos mientras explicaba a Racine:
Acto I. Hipólito, hijo de Teseo y de una amazona, anuncia a su confidente que tiene la intención de dejar la ciudad de Trecena para huir de su amor por Aricia, heredera de un clan enemigo de Teseo. Fedra, segunda esposa de Teseo, confiesa a Enone, su confidente y nodriza, la pasión que experimenta hacia su hijastro Hipólito. Este amor la avergüenza hasta el punto que ha decidido darse muerte. Pero llegan noticias de que Teseo ha muerto en una lejana campaña.
Acto II. Aricia confía a su criada que está enamorada de Hipólito; llega este y le manifiesta sus sentimientos. Fedra acude a ver a Hipólito y, por presión de Enone, le habla y llega incluso a la confesión de su amor. Hipólito, horrorizado, la rechaza, por lo que Fedra vuelve a sus deseos suicidas.
Acto III. Noticias recientes informan que Teseo ha aparecido vivo en Epiro y que pronto regresará. Llega a Trecena y se sorprende por la frialdad con la que es recibido: Hipólito rehúye a su madrastra, Fedra está desasosegada por la culpa.
Acto IV. Enone, que teme que su dueña se suicide, dice a Teseo que Hipólito ha intentado seducir a Fedra. Teseo destierra a Hipólito y pide al dios Neptuno que lo mate. Cuando Fedra, arrepentida, está dispuesta a pedir clemencia por su hijastro y quizás a confesar su falta, el propio Teseo le dice que Hipólito ha alegado en su defensa su amor por Aricia, lo que hace que Fedra, celosa, calle y condene de ese modo a Hipólito.
Acto V. Hipólito se marcha tras haber prometido a Aricia que se casaría con ella fuera de la ciudad. Teseo tiene dudas acerca de la culpabilidad de su hijo y decide preguntarle a Aricia la verdad pero ella no se la cuenta porque respeta la decisión de Hipólito de callarse por respeto a su padre, solo le dice que esta equivocado. Teseo decide ir a hablar con Enone pero Pánope le cuenta que ésta se suicidó. Entonces Teseo se da cuenta de que se equivocó, pero llega la noticia de la muerte de Hipólito: se ha estrellado contra las rocas huyendo de un monstruo marino. Fedra confiesa todo a Teseo; Enone muere ahogada; Fedra ha ingerido veneno y se desploma en escena. Teseo, para vengar a su hijo, decide adoptar a Aricia…
Fuente: «Fedra (Racine)». Wikipedia.
Si aún no estás convencido para leerla, te ofrezco algunos datos más sobre la obra, ofrecidos por el propio Racine en el prefacio:
- El asunto de la tragedia está tomado de Eurípides, donde Fedra fue un personaje con mucho éxito en tiempos de Eurípides.
- Según Aristóteles Fedra encarna todas las cualidades del héroe, puesto que suscita pasión y espanto.
- La pasión ilícita que le inspiran a Fedra los dioses es rechazada en primer lugar por ella, que la abomina. Quiere vencerla y hasta piensa en quitarse de en medio con tal de no sucumbir, pero es tan fuerte la pulsión y la atracción hacia su hijastro…
- Por lo visto, tanto en la obra de Eurípides como en la de Séneca, Hipólito es acusado de haber forzado a su madrastra: Vim corpus tulit, tomó su cuerpo por la fuerza. Racine hace a su Hipólito más amable y no le endosa ese deshonor.
- Racine introduce a Aricia, mostrando así una flaqueza de Hipólito, puesto que esta es hija y hermana de los enemigos de su padre Teseo.
- Racine dota a Aricia de ciertas características que aparecen ya en obras de Virgilio.
- Para ilustrarse, ni corto ni perezoso, Racine acude a Vida de Teseo, de Plutarco. A partir de aquí se le ocurre que rumoreando la muerte de Teseo, Fedra se siente más liberada y hace la declaración de amor a su hijastro, convirtiendo esto en una de las causas de su desasosiego y desdicha.
En definitiva, yo te recomiendo la lectura. Es un clásico que merece la pena.
ENONE: ¿Es que amáis?
FEDRA: Del amor siento toda la fiebre.
ENONE: ¿Y por quién?
FEDRA: Vas a oír el horror sin medida. Amo… No, que a ese nombre se estremece mi ser. Amo…
ENONE: ¿A quién?
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