He celebrado con alegría el regreso de Miguel Ángel Hernández a su blog. Lo celebro con esta entrada, recomendando que lo visitéis. Conozco a Miguel Ángel desde hace mucho tiempo, y lo sigo con cierta fidelidad desde que leí El dolor de los demás. Un libro que, me viene ahora a la memoria, lo recomendé una vez a un grupo de bachillerato y hubo debate, mucho debate en torno a la decisión de uno de los protagonistas. He buscado y encontré esto que escribí aquí: https://blumm.blog/2018/12/09/20181209-el-dolor-de-los-demas-de-mahn/

A Miguel Ángel lo conocí en persona hace seis años. Me alegré mucho: https://blumm.blog/2018/11/09/20181109-conoci-al-autor-de-el-dolor-de-los-demas/. Ocurrió en una librería de Úbeda y me divertí en la presentación. Lo recuerdo más serio de lo que imaginaba. Me cayó muy bien.

Ahora, en realidad, había entrado al blog para escribir una entrada y recomendar su blog. También me gustaría escribir con más frecuencia aquí, pero claro, como relata él en su última entrada, el tiempo: «Pero pasa lo de siempre: el tiempo. El tiempo que falta. El que hace que las promesas nunca logren cumplirse«. El tiempo. Y la exigencia, la autoexigencia de presentar a nuestros lectores entradas impolutas, revisadas, documentadas, bien escritas… ¡camina o revienta, muchacho! No hay que ser tan perfeccionista. Un blog servía para desahogarte y escribir sobre lo que te apetecía, como ahora estoy haciendo y quién sabe si no ha sido una entrada despertador. Un blog era esto, escribir sin brújula. Sin más. Y quien quisiera leerte te leía y quien no, no regresaba más. Me parecía perfecto.

Sí, ahora te recomiendo que visites el blog de Miguel Ángel. Es un escritor que merece la pena leer, y conocer. Por cierto, ahora me vienen a la memoria algunos blogs que frecuentaba. Uno aún persiste, el de Vicente Luis Mora: la gota que horada. Qué tío. Qué regular, qué germánico. Aún lo visito (https://vicenteluismora.blogspot.com/). También recuerdo el de Alberto Olmos. Quizás el que más: hikikomori y lector mal-herido. Marcaron una época que perdimos porque nos derrotaron. Ojalá regresasen los blogs. Puro anhelo. Como antes. Y retirarnos de la fugacidad estelar de Twitter; y digo Twitter porque es la única red social que realmente frecuento. Tengo IG, pero me aburre.

No me estiro más. Aquí esta la última entrada que ha escrito Miguel Ángel Hernández sobre su regreso al blog. El título es muy literario: Ánimo de blog. Debes leerla. Toge et lege: https://nohalugar.blogspot.com/2024/11/animo-de-blog.html.